Quizás no te lo diga, pero me encantas;
Tus ojos tan transparentes como el mar, tan espesos como la brisa
que nos regala un día soleado, tiernos como un día lluvioso y delicados como
una esfera de cristal.
Esos ojos que solo inspiran amor y transpiran confusión, esos ojos
tan difícil de entender y complicados de explicar.
Ojos que pocos podrán tocar, ojos que muchos admiraran pero en
realidad nadie conocerá.
Esos ojos salvajes e indefensos, queriendo ser fuertes pero en
realidad nunca podrán.
Esos ojos que solo pueden mezclarse con los de esa persona
especial, buscando ser consentidos, comprendidos y siempre amados; y al posarse
y en la mirada de esa persona esos ojos se derriten, se vuelven totalmente
débiles, llegando ser alcanzados por cualquiera.
No te preocupes que esos ojos son misteriosos, pero divertidos al
mismo tiempo.
Esos ojos están enamorados completamente, llenos de ilusión, de
entusiasmo, de imaginación; estos ojos no son perfectos, pero son maravillosos.
Pero ya baste de hablas de esos ojos; ahora hablemos de sus ojos,
que tienen una magia inexplicable, un color muy particular, sus ojos que al
mirarlos te transportan a un lugar maravilloso, que al mirarse solo se
encuentra amor, ternura, pasión, sinceridad, y una locura inimaginable, una
locura que cualquiera seguiría sin siquiera verla.
Sus ojos inspiran esos ojos para hacer cualquier cosa, los llena
de amor infinito y de mucho coraje, para confiar en sí mismos.
Esos ojos celestiales, esos hermosos ojos dorados que envían rayos
de esperanza, que me acobijan con la inmensidad de su resplandor.
Esos ojos paradisíacos del color de la vida, tan transparentes
como el agua y tan hermosos como el arcoíris.
Me nutren, me alimentan, sacian mis más sublimes fantasías.
Esos ojos infinitos donde me pierdo locamente y por más que los recorra de
arriba hacia abajo no puedo encontrar el inicio ni el final de tu profunda
mirada.
De esa mirada infinita, de esa mirada encantadora.
Al mirar el universo de tus ojos, puedo ver el universo de tus sentimientos.
Y al igual que los planetas giran alrededor del sol, mis
pensamientos giran en torno a tu mirada.
Esos ojos veraneros, esa mirada de hermoso atardecer que deslumbra
al solo contemplarla, esos ojos que al llover se iluminan, esos ojos que con el
fuego se animan.
Esos ojos que será muy difícil llevar al final para su descripción,
son los que me tiene, así, enamorada de todo, no solo de ellos, sino también de
lo que puedo ver reflejados en ellos, de todo lo que me enseñaron, de todo lo
que conocí por medio de ellos, quizás de ellos mismos o del mundo exterior pero
sea lo que sea, lo que conocí y lo que experimente con tan solo mirarlos, es inexplicable,
inimaginable, es una maravilla, al igual que el dueño de esos ojos, al igual que
el universo, no del común, uno que solo se encuentra en el interior cristalino
de esos ojos, en esa magia, que tiene el poder de encantar con solo mirar
fijamente.
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