El 26 de abril de 1986, un accidente mayor ocurrió en la Unidad 4 de la central nuclear en Chernobyl, Ucrania, en la antigua URSS.
En aquella época, la central nuclear de Chernóbil era una de las más grandes del mundo. Estaba dedicada a un programa militar estratégico del ejército soviético. El accidente ocurrió debido a la coincidencia de varios factores. Además del hecho de que el reactor no tuviera un sistema de seguridad actualizado, tenía un bajo nivel de automatización. En la fatídica noche del 26 de abril, había un experimento en marcha, el cual debería haber probado la gama inercial de la unidad turbo-generadora. El sobrecalentamiento del combustible causó la destrucción de la superficie del generador.
La investigación sobre la catástrofe fue concluida con la afirmación que el personal no siguió las normas de seguridad. El accidente nuclear de la central Lenin V.I. tuvo un gran impacto sobre los parámetros de seguridad, no solo en lo que se refiere a las centrales nucleares en otros países sino también a toda la actividad humana. Por desgracia, hoy en día podemos confirmar que desde un reactor roto y sobrecalentado de la unidad 4 de la central de Chernóbil comenzó a filtrarse la radiactividad que desencadeno una inmediata y masiva contaminación de las áreas tanto próximas como lejanas.
El desastre nuclear también fue una coincidencia. El reactor debería haber sido cerrado antes del experimento. Sin embargo, el cierre se aplazó durante nueve horas debido a las próximas celebraciones del día 1 de mayo y a la electricidad necesaria para cumplir con el plan de producción. Este retraso produjo que el experimento se llevase a cabo durante otro turno de trabajadores diferente de aquel que lo había preparado. El turno de noche estaba compuesto por operarios menos preparados para conducir el experimento.
Al accidente nuclear no lo siguió una explosión nuclear. Ambas explosiones fueron térmicas-normales. La radiactividad comenzó a emitirse fuera del cuarto reactor destruido e incendiado de la planta nuclear de Chernóbil, el cual contaminó el entorno tanto inmediato como más lejano.
El primer paso en la resolución del accidente nuclear de Chernóbil fue la extinción de la sala del reactor que estaba ardiendo y el techo de la sala del turbo-generador. El departamento especial contra incendios de la planta nuclear, junto con los bomberos de la cercana ciudad de Chernóbil, apagaron el fuego en las tres horas que siguieron a la explosión. Sin embargo, en el corazón del reactor, el grafito seguía ardiendo.
El primer paso en la resolución del accidente nuclear de Chernóbil fue la extinción de la sala del reactor que estaba ardiendo y el techo de la sala del turbo-generador. El departamento especial contra incendios de la planta nuclear, junto con los bomberos de la cercana ciudad de Chernóbil, apagaron el fuego en las tres horas que siguieron a la explosión. Sin embargo, en el corazón del reactor, el grafito seguía ardiendo.
Los bomberos que trabajaban en el accidente no conocían la causa del incendio y, por lo tanto, solo vertieron agua en las ruinas del reactor. Esto agravó la situación y varias explosiones más pequeñas tuvieron lugar, junto con una contaminación radiactiva aguda. Para evitar que la radiactividad se propagara con posterioridad en el medio ambiente, se llenó el reactor con cinco mil toneladas de boro, dolomita, arena, arcilla y compuesto de plomo - lanzados desde un helicóptero que volaba sobre el reactor. Estos materiales liberados extinguieron el incendio del grafito y absorbieron los aerosoles radiactivos. Dos semanas después de la ruptura, los órganos oficiales soviéticos decidieron conservar el bloque entero que había colapsado en la planta nuclear en un sarcófago especial - un cuerpo de hormigón con su propio sistema de refrigeración.
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